
+QMAR
I'm a blank item. Double click to Edit.

QUEQUÉN

Encontrando el tubo en Quequén.

Con botitas y al agua cuando se pone frÃio.

Lucila con una de sus alumnas o tal vez Serena, su pequeña niña que ya incursiona en el mar.

Encontrando el tubo en Quequén.
Negra Surfer, Lucila Derdoy.
Una de las pocas mujeres surfistas en las playas de Quequén. Si tengo que referirme a ella, sin dudas una inspiración para meterme al agua. Surfea desde muy chica. Una vez volviendo de la escuela nos cruzamos, me contó que ella vivÃa lejos de la ola, por Estación Quequén, entonces se tomaba el colectivo que llegaba hasta la última parada, Pinocho, al llegar a la costa iba viendo la ola y se regresaba en el mismo hacia la casa para buscar sus cosas de surf, si es que estaba bueno para la sesión.
Hoy junto a Leandro Becherucci, su pareja, tienen una escuela de surf legendaria en Quequén, desde 1998 su cuñado, Luciano Becherucci comenzaba con esta escuela en MontePasubio, hoy sigue su crecimiento en el balneario La Hélice. Motivan a los más pequeños para entrar al agua y claro a mujeres de todas las edades.
La Negra, como le dicen sus amigos, cuenta con un estilo fluido, tranquilo y desbordado de técnica, lo hace ver fácil como toda buena surfista que disfruta de entrar al agua. Siempre hay un ratito después de las clases para correr una ola. Durante el invierno, entre el frÃo y la tarea de ser madre, la surfista sigue resistiendo en Quequén.

Se consigue alcanzar la playa de Necochea, el RÃo y la Playa de Quequén, junto a su barrio.

Frente al Faro se montaba la pista de Motocross que reunÃa deportistas amateurs combinando adrenalina y grandes paisajes.

En homenaje se corre la media maratón hasta el Faro y los 5 km de integración.

Se consigue alcanzar la playa de Necochea, el RÃo y la Playa de Quequén, junto a su barrio.
Fotogénico Faro de Quequén.
Con su formación se plantaron miles de eucaliptos que resguardan al Faro de Quequén. Se alza para guiar a los buques que llegan después de meses de viajes a cargar y descargar en el puerto de la ciudad. A cuantos a podido guiar y acuantos otros ha visto encallar en la costa, sin poder hacer nada, solo avistando su final.
Caminas por la costa hasta encontrar Pinocho, aun que si hace mucho que no ibas, no vas a encontrar el mismo Pinocho de antes. Doblas adentrándote entre las calles de tierra quequenenses y los árboles te van guiando hasta la cima a 63 metros sobre el nivel del mar, donde se emplaza el gran faro de dos rayas negras y una blanca de 34 metros de altura. La gente que cuida este emblema, más allá de ser su trabajo, brinda su amor y preserva contando en forma oral a cada uno de sus visitantes la historia del faro. No se posee con folleterÃa, solo su entera generosidad, el faro sigue conservando su humildad y grandeza. El personal de la Armada Argentina que cuida y relata su historia, dice que es la mejor manera de enseñar a la gente lo que signiica el Faro para Quequén, para ellos, para los navegantes.

Lente: Bernardo Herrero.

Un dÃa de Noviembre con el mar bien revuelto la ola se luce.

Lente: Bernardo Herrero.

Lente: Bernardo Herrero.
Sudestada en Quequén, Surf.
​​
Cada dÃa de Quequén es único gracias a su cambiante clima. Hoy puede estar planchado, mar celeste y sin viento, pero es solo esperar para que entre la sudestada y Quequén se luzca en sus dÃas clásicos. La pregunta:¿Tendrás la valentÃa para surfear las olas que nacen desde el fondo del mar? Muchos sueñan con tomarlas en moto de agua. A medida que el viento va virando al norte y acomoda la ola, los surfistas corren hacia el mar dejando agendas de lado. Hoy se surfea y se disfruta entre locales y amigos, no hay nada más que hacer que una sesión clásica en Quequén, marcó, acomodó, surf.
Las olas pueden llegar sin duda a los 3 metros, es difÃcil encontrar los tubos, ya que se destaca por ser grandes paredones bien parados o directamente "canelones" muy rápidos, casi asesinos, si te tocan entrando vas a poner a prueba tu estado fÃsico y tu coraje sin titubear.
En lo alto de los médanos de Quequén la visión es mucho mejor y desde la escollera de Necochea muchos la miran queriendo cruzar, pero hay quienes aún no se atreven. Por suerte para los locales, sus olas se han convertido en mÃticas y difÃciles de predecir rolan en paz.

Surfistas de todas las categorÃas se suman año a año, y de diferentes lugares. Lente: Canty Ramos.

La ola espera rolando desde el fondo.

Entre amigos y familia nace el espÃritu del surf.

Surfistas de todas las categorÃas se suman año a año, y de diferentes lugares. Lente: Canty Ramos.
Campeonatos de Surf reune a la familia en Quequén.
Es una constante encontrarse con los torneos de surf en el verano por Quequén. Se realizan en diferentes olas, como La Hélice, El Jamming, Monte Pasubio. Desde el mes de Octubre ya se larga el circuito local de Necochea y Quequén, con fechas rotativas entre ambas ciudades. Los surfistas menores de edad son cada vez más y vienen con ganas de competir, es asà que se pueden medir depués de un largo invierno de entrenamiento. Rola también una fecha especial para los más pequeños cuyo nombre es "Jovenes RaÃces", la familia se reúne.
Durante el verano ya abren las escuelitas de surf , para iniciantes y avanzados y todas las edades.
La playa se llena de chicos, familias, surfers y gente que comparte la onda del surf, disfrutando los dÃas de sol y las olas, con buena música de fondo, a veces bandas tocando en vivo y sus atardeceres en el agua. Fogones, malabares, sus cervecitas mirando el mar, estrellas fugaces y su acampe escuchando las olas romper. Un lugar mágico sin dudas en el que los torneos de surf serán la excusa para volver cada verano.